Antonio "Tony" Acosta fue asesinado el 17/05/2008 en El Rancho y Del Gato, Las Cabañas, Partido de Ituzaingó, Tony tenía 22 años de edad. Uno de los que le disparó es Christian Samuel Martínez Ayala, en ese entonces de 16 años de edad. En ese momento ante la grave protesta e incidentes que realizaron los vecinos, hartos de esta banda de delincuentes también vecinos del lugar, se presentó el entonces Juez de Menores Nº 2, ahora Camarista, Dr. Gerardo Frega, entre otras autoridades, prometiendo que los menores que asesinaron a Tony no serían liberados dado que, cuando representan peligro para ellos mismos o terceros, se los mantienen detenidos en institutos de máxima seguridad.
Sin embargo el 09/03/2010 Christian Martínez Ayala se profugó del Instituto y la madre de Tony toma conocimiento de esa fuga a través de los vecinos y no de las autoridades competentes.
Se comunicó con nuestra ONG e inmediatamente hablamos con la Dra. Karina Blanco Mato de DDHH de Procuración en La Plata, quién lo corrobora pero dice que en realidad se declaró en rebeldía!!!!
Realmente no se puede creer lo que nos está pasando a los familiares de víctimas. Un asesino con frondoso prontuario se declara en rebeldía y se escapa del Instituto Malvinas Argentinas en Pablo Nogués.
Los hermanos Albelda, también involucrados con el asesinato fueron liberados, también a pesar de las promesas de que no, o sea que estamos realmente perdidos, viviendo en el país del revés.
Increíblemente por un error de fiscalía, como le dijo el Dr. Ábalos, Secretario del Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil N° 2 del Poder Judicial de Morón a Delfina Zacarías de Acosta, no se libró aún orden de allanamiento, lo harán recién el lunes próximo, dándole así a este asesino tiempo suficiente para irse bien lejos de aquí.
A lo que llama a preguntarme ¿cuándo van a pensar en los derechos humanos de los familiares de víctimas, cuando sea tarde, cuando este menor asesine otra vez a otra víctima inocente, como lo fue Tony Acosta? ¿cuántos muertos más necesitan los que se suponen tienen que protegernos y cuidarnos para que tomen en cuenta las advertencias de los familiares de víctimas y no nos subestimen más? Delfina quedó sin voz por los nervios que está pasando. ¿Ya no es demasiado sufrimiento que le hayan asesinado a su querido hijo? Realmente ya no tengo más palabras para expresar el dolor e impotencia, entre otros sentimientos, que siento en este momento.
Alicia Angiono